lunes, 22 de agosto de 2011

REGION PACIFICA

HISTORIA
La región no pasó desapercibida para los conquistadores españoles, quienes pronto descubrirían las riquezas minerales de aquellas densas selvas tropicales húmedas. La orfebrería indígena encontrada por los arqueólogos muestra que el mineral siempre fue abundante y utilizado por los pueblos indoamericanos del territorio. Según los geólogos, la explotación minera es de antigua data. De esta manera, la región llegó a ser una de las principales productoras de oro durante la Colonia Española y en tal dicen los investigadores que "durante el virreinato más de la mitad del oro que salió de estas colonias hacia la metrópoli" era de esta región. Ello explica también la razón por la cual en la actualidad los colombianos que la habitan pertenecen preferiblemente a la raza negra y paradójicamente es una de las regiones menos desarrolladas del país.


Sobre el origen de los grupos indígenas de la Región Pacífica los etnólogos continúan la discusión, ya que la Conquista generalizó a todas las comunidades con el nombre de "chocoes", lo que hoy es admitido como un término que no distinguió las diferentes familias lingüísticas que había a la llegada de los españoles. En el trabajo del etnólogo Mauricio Pardo se menciona que las fuentes descriptivas de los conquistadores se refieren a gentilicios genéricos, por ejemplo, "Emberá" traduce "la gente del lugar". Pero siguiendo las investigaciones de Pardo, las principales familias lingüísticas de la región a la llegada de los españoles eran (y son) los Kuna y Uaunana asentados en el Bajo Atrato y los Emberá en el Alto San Juan. En todo caso para los españoles del siglo XVI Emberá y Uaunana fueron llamados de la misma manera, aunque ambos pueblos vivían enfrentados por dominio territorial, pero de todas formas ambos poseen semejanzas culturales que seguramente resultaron a los conquistadores la principal razón de su generalización, aunque los dos idiomas guardan una diferencia.


region pacifica
La Región Pacífica de Colombia hace parte del Chocó biogeográfico donde otrora se desarrolló la cultura Tumaco-La Tolita. Se encuentra ubicada al occidente de dicho país y está dividida en dos grandes zonas marcadas por el Cabo Corrientes. Limitada en el norte por la frontera con Panamá, al sur por la frontera con Ecuador, al oriente por la Cordillera Occidental de los andes colombianos y al occidente por el Océano Pacífico del cual deriva su nombre. Las principales ciudades son Tumaco, Buenaventura y Quibdó.

Es una región con una inmensa riqueza ecológica, hidrográfica, minera y forestal en la cual se encuentran parques nacionales naturales. Es además considerada una de las regiones de mayor biodiversidad y pluviosidad del planeta con precipitaciones del orden de los 4.000 mm/anuales según el Ministerio de Minas y Energía de Colombia.[1] Es también la tierra principal de la cultura afrocolombiana y de numerosas tribus indoamericanas que fueron denominados "chocoes" por los españoles al momento de la Conquista, aunque el término incluye familias lingüísticas de diferente origen. El litoral pone a Colombia de frente al Océano más grande del mundo y con ello un campo de encuentro internacional vital para su desarrollo.

bailes de la region pacifica


Abozao



Danza y ritmo tipico de la región del Chocó, se origina en la cuenca del río Atrato, subregión del Chocó, al occidente de Colombia, como expresión danzaria preferencialmente instrumental, y hace parte del repertorio festivo cuya ejecución se hace con Chirimía. La coreografía se plantea como un juego de incitaciones mutuas entre el hombre y la mujer, en cada pareja, terminando con un careo de acento erótico. El ritmo fuerte y variado de 2x4, revela su ascendiente africano.


Es un baile de pareja suelta con movimientos libres e individuales, sin planigrafía definida; tampoco tiene figuras preestablecidas ni hay coordinación de movimientos corporales, éstos se presentan espontáneamente, destacando el movimiento de las caderas, hombros y rodillas, con inclinaciones y rotaciones del cuerpo, vueltas y giros rápidos. Las parejas tienden a mantenerse frente a frente, aunque de vez en cuando los hombres dan un rodeo a su pareja, sin apartar la mirada de los movimientos corporales de la mujer. Como el contenido es acentuadamente erótico, todos los gestos son incitantes y provocativos. Sobre este baile los grupos de proyección han presentado formas coreográficas con base en círculos, filas o hilas, conservando los movimientos característicos y exagerando tanto su significado sexual que a veces llegan a la pornografía


La chirimía chocoana
se compone de flauta traversa de seis orificios (metálica o de caña) y el clarinete moderno. A veces es posible encontrar como instrumentos melódicos, flautas con aeroducto interno de cuatro orificios y el bombardino como instrumento acompañante. La tambora y el redoblante son los membranófonos de dicho conjunto y ambos son tambores cilíndricos de dos membranas percutidos con baquetas [...] Los platillos constituyen el único idiófono de la agrupación y generalmente se fabrican de


láminas metálicas (hierro y aleaciones).






Bunde


Danza religiosa que se ofrece a los santos cuya coreografía difiere del currulao a pesar de ser interpretado por los mismos instrumentos.


Como ritmo musical esta muy extendido entre las comunidades afrocolombianas del litoral Pacífico, con un posible ascendiente en Sierra Leona (África). Tiene carácter de canción lúdica y difiere, en grado menor, de la forma de canto empleado en los velorios de los niños. En este sentido es una expresión de los ritos fúnebres y, a la vez, una forma de canto inserto en el ámbito de las rondas y juegos infantiles que ejecutan los chiquillos en el patio de la casa mientras los adultos se ocupan del rito mortuorio propiamente dicho.


En la interpretación del bunde se emplean únicamente los tambores, que registran una métrica pausada. Los cantos, en coro, se alternan con los toques del tambor en aquellas ocasiones en que se trata de una celebración; en caso contrario, las voces no intervienen. Numerosas canciones del repertorio del litoral, que son cantos de folclor lúdico o rondas de juego, se bautizan con el nombre de bundes, tales como "El chocolate", "El punto", "El trapicherito", "El florón", "El pelusa", "Jugar con mi tía", "Adiós tía Coti" y "El laurel"



trajes tipicos de la region

En la Costa Pacífica colombiana subsisten aún entre las comunidades negras numerosas tradiciones culturales de origen africano que impregnan el modo de ser y la vida diaria en sitios como Tumaco. Entre estas, su traje juega un papel importante dentro de sus folclor autóctono, aunque por lo general estas regiones son bastante pobres y por ende, su vestuario.

Pero cuando de recordar su tradición se trata, presenta a la mujer con un vestuario muy colorido, elaborado en telas suaves (seda blanca, amarilla, rosada, etc.), adornado con figuras de hilo que le dan aspecto florido y en hilos dorados. Las faldas llegan hasta los tobillos y sus vivos colores resaltan su piel negra. Esto para las ocasiones en que se danza una jota, una juga o una polka.
Lo mismo ocurre en el vestuario del hombre, compuesto por camisas de seda blanca con manga larga y pantalón en dril blanco; zapatillas o alpargatas de igual color, elaboradas con cabuya, fique o tela gruesa.

Así mismo, el vestuario de Valle, Cauca y Nariño, se caracteriza por ser bastante informal, con ropa para los climas templados y cálidos por lo general. La mujer lleva blusas o camisas de lino o seda con colores pasteles, y predominio de las minifaldas. En la ciudad de Cali y poblaciones vecinas cuya temperatura es promedia a los 26 grados, las mujeres no acostumbran a usar medias veladas.

El vestuario del hombre es también informal. Utiliza mucho la camisa de manga corta en telas suaves y pantalón de lino. En Nariño el clima es frío por lo general, puesto que dicha zona se encuentra en su gran mayoría ubicada en zona montañosa de la Cordillera Central. Por lo tanto, el uso de ropa de lana y en ocasiones, ruanas es muy común entre sus habitantes.

La siguiente foto expresa el atuendo que sus bailarines de salsa, - ritmo propio de los vallunos -, utilizan en sus presentaciones de tipo folclórico.



musica de la region pacifica

Para considerar la música del pacífico, su valor e importancia dentro de la música nacional, es necesario situarla en el contexto histórico y geográfico en el que nace como un producto cultural que ha permanecido vivo en la región desde hace ya más de dos siglos, a través de sus diversas manifestaciones: desde el bambuco viejo, un currulao sin marimba, hasta el folclor chocoano ; y que, según los diferentes estudios al respecto, tiene en el currulao la expresión rítmica más importante del litoral.



Hablar del presente de la música del pacífico implica analizarla en dos dimensiones: una, estrictamente musicológica que tiene que ver con su organología, sus formatos instrumentales, su estructura rítmica, melódica y armónica, su canto y su textualidad, materializadas en las diferentes expresiones folclóricas que existen y se reconocen a lo largo y ancho del pacífico colombiano, desde el norte en el límite con Panamá hasta el sur en el límite con Ecuador. La otra dimensión, la histórica, nos permite ponerla en perspectiva, con respecto a lo que ha sido como folclor regional y como patrimonio cultural, para ver también cuáles han sido sus transformaciones más significativas en diferentes momentos hasta llegar a ser lo que es ahora y poderla pensar en relación con la música popular contemporánea, en el contexto de la industria cultural y el mercado discográfico nacional e internacional ; es decir, para examinar su lugar en el mundo de hoy en tanto mercancía del entretenimiento, sus potencialidades como expresión de una cultura popular y lo que puede llegar a ser en ese sentido, en estos tiempos de globalización.


Con estos cuatro formatos básicos y sus ligeras variaciones locales, se ha producido toda la música folclórica del pacífico. En ellos se sostiene dicho folclor en su sentido más autóctono. Sin embargo, hay momentos de ruptura con estos formatos, que cambian definitivamente no sólo las características musicológicas sino el significado social de la música del pacífico como sucedió en la década del 60, cuando ésta ingresa en la industria discográfica y pasa a hacer parte del cancionero comercial moderno en Colombia. Ese es un momento feliz. Y ello se debe gracias a la transformación que introdujo el maestro Enrique Urbano Tenorio “Peregoyo”, músico oriundo de Buenaventura, pues fue el primero en cambiar radicalmente la organología folclórica tradicional al crear un conjunto inédito, ( para grabar comercialmente) compuesto por una guitarra eléctrica, dos trompetas, dos saxos altos, un bajo, timbal, tumbadora, platillo y campana. Es decir, propuso un rediseño del formato instrumental con el cual cambió la música folclórica al no emplear los instrumentos propios como la marimba los cununos y los guasás. Con este nuevo formato grabó en 1961 su primer disco, “Mi Buenaventura”, composición de Petronio Álvarez, que llegó a ser un éxito comercial y una nueva contribución a la música popular contemporánea en nuestro país.

Urbano Tenorio “Peregoyo” había fundado su primer grupo, El quinteto Bahía, en 1948; y unos años después, el Grupo Sabor. Pero sólo en 1966 grabó su primer larga duración (en Discos Fuentes) ; esta vez con el Combo Vacaná ( llamado así al estar integrado por músicos del Valle, Cauca y Nariño), y con ellos, la música folclórica del Pacífico se transformó en música popular. “Peregoyo” incursionó de ese modo en la industria discográfica nacional y se convirtió en el primer referente comercial de la música del pacífico, con gran aceptación a nivel nacional. Tal vez fue el primero en llevarla al mercado de la “música tropical” bailable, con éxito y reconocimiento, aunque no sabemos si antes de él sucedió algo similar en Nariño, Cauca o en el Chocó. En su momento constituyó una transformación significativa de los ritmos vernáculos y desde entonces su valor y su significado social también cambiaron como parte del patrimonio simbólico y el capital cultural de los colombianos.
“Peregoyo” modificó la instrumentación, introdujo otras sonoridades, le dio otro color a la música del pacífico, sobretodo el currulao, la urbanizó y la modernizó pero mantuvo la base rítmica tradicional del 6 por 8, conservando el sabor y el sentimiento propio de los nativos de la región. Aunque si bien es cierto que mantuvo la gracia y el sabor local, es decir su identidad regional, también es cierto que la suya fue una modernización tardía, si la comparamos con las otras músicas folclóricas y populares de América Latina y el Caribe. Analizada con rigor musicológico, la obra de Peregoyo, aún siendo innovadora era una música sencilla, con fraseos melódicos alegres pero elementales, sustentada en unos planos sonoros básicos sin mayor sofisticación en los arreglos y la armonía de las canciones.
A partir de 1961 la música del pacífico ya no es sólo de los manglares, los esteros, los pueblos y los ríos del Chocó biogeográfico porque empieza a pertenecerle a todos los colombianos cuando comienza a difundirse por la radio, a circular nacionalmente, a bailarse en las grandes ciudades y entonces el currulao comienza a ser reconocido masivamente como un género bailable, gozoso, al lado de la cumbia, del porro y la gaita que predominaban en la industria discográfica y en el gusto de los públicos colombianos. “Peregoyo” grabó no sólamente currulaos, arrullos y otros aires regionales, sino también géneros de origen caribeño (cubanos y puertorriqueños) como la guaracha “Chechundino”, la bomba puertorriqueña “Bola de agua”, de Mon Rivera; pachangas como “Che pachanga” de Marcos Micolta, su vocalista principal ; el son montuno “Sabor de Vacaná”, del mismo Micolta, y descargas como “La descarga Vacaná” de Urbano Tenorio, entre otros. Después de Peregoyo fue el guapireño Julián Angulo ( “Julián y su Combo”), quien además de interpretar y grabar la música folclórica, asumió el folclor regional también desde una perspectiva transformadora tal como lo hicieran años después, (en sus comienzos ) El grupo Niche, Guayacán Orquesta y los Nemos del Pacífico, al recrear algunos temas del folclor nativo en tiempo de salsa, haciendo el puente melodioso entre el caribe y el pacífico. Pero, en lo fundamental, la música de esta región siguió refugiada en el litoral, marginada y desconocida, mientras otras “músicas negras” del continente, otros géneros de origen afro, se desarrollaban con toda su riqueza y sus potencialidades, al entrar a la escena de la industria discográfica internacional y al mercado que se expandía por América Latina desde los años 30. La música brasilera, la puertorriqueña, la cubana, la dominicana y la música del caribe colombiano alcanzaron la cúspide en la década del 50 con la producción de sus mejores intérpretes y compositores. Los géneros folclóricos de estos países (el samba, el merengue, el son, la rumba y el guaguancó, la guaracha la bomba y la plena, la cumbia y el porro) evolucionaron desde sus formas primarias hacia formas más complejas enriquecidas armónicamente con moderna instrumentación, fusionando géneros de origen afro y aprovechando la tecnología del sonido, en un proceso de experimentación, recreación y transformación permanente como el que se dio en las décadas del 50 y 60 con la aparición del Bosanova en el Brasil y la Salsa en Nueva York y Puerto Rico, productos nuevos, resultantes de los cruces con el jazz, el soul, ( para el caso del Bosanova ) y entre los géneros caribeños que configuraron la Salsa, para dar lugar a nuevos cancioneros que hoy hacen parte del patrimonio musical del mundo.
La transformación del folclor en música popular ocurrió en las principales ciudades puerto de Latinoamérica y el Caribe, en el proceso de modernización ocurrido desde comienzos del siglo XX.
Mientras eso sucedía en el continente, la música del pacífico colombiano permanecía aislada en lo más recóndito del litoral, reducida a sus manifestaciones folclóricas en los grupos de marimba y en las chirimías, con excepción de “Peregoyo” y algunas orquestas chocoana

EL MAPALE
Baile erótico con el que se celebra la pesca del mapalé. Se dice que esta danza nació como canto y danza de labor de pescadores que se realizaba, acompañada de tambores, como diversión en la noche después de terminar su jornada.
El mapalé es una danza que representa el encuentro erótico entre el hombre y la mujer. Los bailarines se mueven exaltada y aceleradamente y con una gran fuerza hacen saltos, caídas, movimiento de hombros y caderas en un enfrentamiento constante entre el hombre y la mujer, siguiendo el ritmo de la música, el cual es bastante rápido.
Es un baile afrocolombiano que surgió en la costa caribe colombiana gracias a la influencia cultural de los esclavos africanos traficados durante la conquista de América.
Dado que surgió en un clima bastante caluroso, y se sigue bailando así, las mujeres bailan por lo regular con vestidos cortos, ceñidos, de colores vivos y con arandelas en hombros y faldas que resaltan el movimiento. Los hombres usan pantalones pesqueros, bayetilla roja y no usan camisa, en algunos casos usan camisa blanca arremangada
.




INSTRUMENTOS
Se distinguen instrumentos musicales que permiten identificar las tradiciones musicales africanas:



"Tambores cónicos"


"Marímbulas"


"Marimbas de tablas sueltas"


"Marimba de chonta"


"Conunos" (macho y hembra)


"Bombo o tambora"


"Redoblante"


"Guasás"


CUNUNO:

Tambor cónico del litoral pacífico, con membrana y fondo cerrado. Difiere del cununo del Atlántico que es de fondo abierto pero con la misma estructura del cununo del Pacífico. Se distingue el cununo macho (más grande), del cununo hembra (más pequeño).

CHIRIMÍA:
Instrumento de madera parecido al clarinete y de sonido chillón. Se acompaña de un tambor. La chirimía instrumento en vías de extinción, sólo sobrevive en algunos pueblos de Antioquia. En el Cauca se denomina “chirimía” a la flauta traversa.

MARIMBA:
Instrumento típico de la costa del pacífico, construido con cañutos de guadua cortados de mayor a menor colgados en forma vertical y cubiertos por tablillas de chontaduro, que se golpean con palos protegidos con bolas de caucho.

CLARINETE:
Fue el instrumento moderno y fabricado en el exterior que llegó en reemplazo de la famosa chirimía, hoy desaparecida en la producción artesanal de los músicos.


platos tipicos
entre los platos tipicos se encuentran gran variedad en la preparacion del pescado y del platano(en el choco) , el sancocho de gallina, el pan de bono y el manjar blanco(en el valle)el cuy, el pescado, la papa y los mariscos(en el nariño)el pipian y las empanadas (en el cauca)


En el Chocó se encuentra la región más rica en pescados de río y de mar, debido a su amplia red fluvial en donde vive una interesante variedad de peces. Sus costas, con las ensenadas y bahías más bellas de Colombia, favorecen la proliferación de los platos de pescados y mariscos que constituyen la base alimenticia de la población autóctona y que gustan acompañar con plátano y yuca. Tiene también frutas exóticas como el borojó y el almirajó, de magnífico sabor, con las que se preparan agradables refrescos.



Buenaventura, Guapí y Tumaco constituyen la trilogía gastronómica de la región y aunque comparten muchas preparaciones hay siempre un toque distintivo de cada pueblo debido al uso extraordinario de la leche de coco. Guapí, disfruta en la variedad casi infinita de pescados y mariscos, carnes de caza y magníficas cecinas que llegan en barriles desde distintos puntos del país.


CHOCÓ:


Bebidas: Sorbete de borojó (o almirajó), colada de piña, chocolate con leche de coco, jugo de guineo.


Aperitivos y principios: Arepas y torta de ñame blanco chocoano, buñuelos y arepas del árbol del pan.


Sopas: Caldo de dentón salpreso, de guacuco, de queso y cebollas.

Platos: Arroz atollado de carne ahumada, arroz clavado, bacalao de pescado seco-liso, chanfaina, bocachico con escamas.


Postres: Arroz de leche con coco, jalea de árbol de pan.


BUENAVENTURA:


Bebidas: Fresco de Aguacate.


Aperitivos y principios: Aguacates rellenos, cebiche de camarones o langostinos, empanadas de pescado.


Platos: Cazuela de mariscos, pescado con lulo chocoano, pescado encurtido, pargo frito en salsa de mostaza.


Postres: Cocadas, chancacas.


TUMACO:

Bebidas: Fresco de Guanábana.


Aperitivos y principios: Aborrajados de pescado, ensalada de calamar, camaron o langostinos, empanadas de jaiba o camarón.


Sopas: Crema de cabezas de langostinos, pusandao de carne serrana, sopa de lentejas con pescado ahumado.


Platos: Pusandao de bagre, pargo o corvina, arroz con calamares en su tinta, calamares rellenos, cazuela de mariscos.


GUAPÍ:


Bebidas: Jugo de naidí, socoromo o milpezo, tamales de pescado.


Aperitivos y principios: Chaupiza (pescado muy pequeño), majajas, frijol tapajeño, huevos de piando.

Sopas: Caldo de gazapo, quebrao (sancocho de carne serrana), sopa de almejas, sopa de cangrejo.


Platos: Carapacho de jaiba, arroz atollado con jaibas o con almejas, tortuga en carapacho.


Postres: Cabellito de papaya biche.


 

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